La idea de Credibility surge de una necesidad, combinada con una larga experiencia en el
mundo inmobiliario y, especialmente, en el mundo del alquiler, habiendo disfrutado en primera persona de buenos inquilinos y habiendo sufrido, también en primera persona, a los malos inquilinos.
Fruto de esa experiencia acumulada durante nuestra trayectoria profesional, surge la idea de automatizar el proceso de selección de candidatos, mediante un credit scoring, que permite objetivar la solvencia del posible inquilino.
¿Y cuál es esa necesidad que comentábamos? Pues no es otra que la minimización del riesgo que asume el arrendador cuando alquila su inmueble, siendo la principal preocupación del arrendador, sin lugar a dudas, el cobro puntual de las rentas.
Pero tampoco olvidemos que cualquier inmueble ha supuesto a su propietario un coste de oportunidad o sacrificio incluso, por el que ha destinado sus ahorros a una inversión que pretende que perdure en el tiempo y que le proporcione, ya de paso, una serie de rendimientos que adicionalmente le permitan cubrir los costes anuales que lleva aparejada la propiedad.
Entonces, esa necesidad de solvencia se convierte en el principal elemento que debe considerar el arrendador antes de seguir evaluando la calidad de su futuro inquilino. Y esto es así porque cuanto mayor sea la solvencia del futuro inquilino, no solo podrá hacer frente a las rentas del alquiler y cantidades asimiladas a renta (como por ejemplo, luz, agua, gas,…), sino a eventuales daños o destrozos que éste haga, o aquellos mantenimientos que por desgaste le correspondan, evitando así la devolución del inmueble al propietario en unas condiciones muchas veces más que lamentables una vez finaliza el contrato de arrendamiento, o una vez que el inquilino decide dejar el alquiler.
Y aunque hasta ahora solo se han hablado de bondades para el arrendador, un sistema objetivo de evaluación de la solvencia del inquilino también puede proporcionar a éste una protección de sus datos más personales, como son sus datos bancarios entre otros, y le pueden dar puntos frente a una temporalidad en el mercado laboral si ha pagado puntualmente los alquileres y su trayectoria profesional ha sido continua.
No obstante, dado que un buen pagador puede devenir en mal pagador por diferentes vicisitudes de la vida, y que son hechos que no tiene porqué soportar económicamente el arrendador, surge igualmente la idea en este proyecto de que no se quede en un mero credit scoring, sino para aportar un mayor valor facilitando la preparación de una demanda de desahucio si el inquilino deja de abonar las rentas o se retrasa sistemáticamente y no quiere devolver las llaves al arrendador y dar por concluido el alquiler, o facilitando la preparación de una demanda de reclamación de cantidad si, habiendo devuelto el inmueble al propietario, el inquilino debe rentas.
En la esperanza de que este proyecto ayude tanto a propietarios como a inquilinos a encontrarse en un mundo (el del alquiler) que se ha complicado con la irrupción del covid, la precariedad en el empleo, la inembargabilidad cada vez mayor de los salarios por la subida del SMI, la duración extremadamente larga de los desahucios que se eternizan, etc, y que supone un desafío a que más propietarios ofrezcan sus inmuebles en alquiler, nace Credibility.