Muchas veces nos encontramos con un posible inquilino que pretende aparentar solvencia mediante varios trucos que muchas veces parecen funcionar con arrendadores poco experimentados o que no han contratado Credibility.
Así, el ofrecer pagar varios meses por adelantado, o incluso alguna anualidad es casi seguro que traerá problemas a futuro. Normalmente, lo recibido por adelantado será el único dinero que recibirás por el alquiler y esta historia terminará con desahucio, porque el inquilino, una vez “agotado” ese dinero que anticipó, tampoco se irá de la vivienda.
Los hay más sofisticados que solo pagan el mes en curso, más un mes de fianza y otro de garantía adicional, pero previamente habrán estado preguntando por la posibilidad de comprar la vivienda, bajando así la guardia a un arrendador incauto que pensado que el futuro inquilino tiene solvencia porque incluso se planteó inicialmente comprarle la vivienda, se la termina alquilando. Y todo ello sin haber comprobado la solvencia del inquilino. Ha bastado una mera apariencia de solvencia para tener que aguantar a un inquiokupa durante una media tres años, según cómo vaya el proceso de desahucio.
Otro truco muy extendido es enmarañar dando a entender que podría haber unos avalistas en el contrato que a la hora de la verdad no son tales. Esto ocurre por ejemplo cuando hablan de lo bien que le va a su familia, que su padre gana mucho, su hermano tiene un puestazo, etc., etc., pero cuando se les pregunta abiertamente si van a avalar, dicen que no.
Como más vale prevenir que curar, una evaluación inicial exhaustiva del posible inquilino, que sea por otro lado objetiva, es necesaria en los tiempos que corren, garantizando igualmente la privacidad de sus datos al candidato.
Actualizado en julio de 2022.